Bartonella in Animals

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Entre los numerosos animales infectados con las especies bacterianas de Bartonella, los perros y los gatos representan un gran depósito para la infección humana porque muchas especies de Bartonella son zoonóticas, lo que implica que pueden transmitirse de PET a humano. Si bien el papel de los perros como depósito de infección de Bartonella para humanos es menos claro, se cree que la transmisión de gatos a través de mordeduras/rasguños y a través de las pulgas es el escenario mucho más común.

Las muchas especies de Bartonella comunes transferidas de gato a humano se conocen como enfermedad de rasguño de gatos, ya que típicamente rasguños o picaduras de gatos en esos gatos positivos para bartonella pueden provocar una infección humana. La enfermedad de los rasguños de gatos puede ser una gran amenaza para la salud humana, por lo que es esencial que cualquier persona se rasque o mordida por un gato lo antes posible por su médico.

Aproximadamente el 20% de los gatos sanos que viven en los Estados Unidos pueden ser positivos para Bartonella. Aunque numerosos gatos pueden no mostrar síntomas médicos, estos gatos permanecen infectados durante años o por la vida de la mascota. Si bien la bacteria puede causar síntomas sistémicos variados en los gatos afectados, los síntomas orales, respiratorios o oculares son los más comunes que se observan en algunos gatos y pueden incluir gingivitis/estomatitis, síntomas respiratorios superiores como estornudos y secreción, así como la inflamación de la córnea y cámaras internas del ojo. Ocasionalmente, pueden ocurrir síntomas crónicos del tracto digestivo, así como los ganglios linfáticos agrandados en el examen y las fiebres de origen desconocido.

Todos los gatos sanos deben ser probados, especialmente aquellos con algunos de estos síntomas, así como especialmente aquellos gatos de refugio o situaciones de alta tensión, y gatos con infestaciones de pulgas donde las tasas de infección son más altas. Hay pruebas especiales de anticuerpos sanguíneos, así como pruebas de PCR que pueden identificar gatos positivos. El tratamiento de gatos infectados incluye no solo varias semanas de terapia con antibióticos de doxiciclina, sino también la implementación de un control estricto de pulgas. Con la detección temprana y el diagnóstico, el pronóstico para la recuperación suele ser excelente